Crear un clima agradable, cariñoso, variado y rico en estímulos donde el niño se sienta seguro y feliz, salvaguardando y fortaleciendo su salud.
Desarrollar su autonomía e iniciativa personal, permitiéndole explorar por sí mismo su entorno, a través de un continuo ejercicio basado en el sistema de ensayo-error.
Hacerle partícipe en las tareas relacionadas con la higiene y cuidado de sí mismo y de su entorno, dedicándole el tiempo necesario para que sea consciente de lo que está haciendo.
Respetar el ritmo personal de desarrollo de cada niño/a estimulando armónicamente todas sus potencialidades para que adquiera seguridad afectiva y emocional.
Método educativo
Maria Montessori (Italia, 1870) fue uno de los visionarios más inspiradores en el campo de la educación. Es famosa por repensar tanto el papel del maestro en el aula, como también el aula en sí. En un ambiente Montessori los niños -y no el maestro- son el centro de atención y aprenden con materiales educativos específicos de la edad, originalmente diseñados por la propia doctora Montessori. Su metodología es vigente aún a más de 100 años de haber comenzado, y cada vez tiene más seguidores alrededor del mundo.
A los maestros en una escuela Montessori a menudo se les llama Guías. Las guías no imparten conocimiento al grupo, sino que se acercan a los niños para ofrecerles "lecciones" uno-a-uno o en grupos pequeños, y luego dan un paso atrás para observar. Por lo tanto, una habilidad crucial de todas las guías es la observación atenta de los niños en el trabajo. Esta retroalimentación contnua permite a la guía evaluar los intereses cambiantes de los niños, el dominio de las habilidades y la consolidación de la información.
Estos materiales de aprendizaje atractivos se adaptan a cada una de las etapas de desarrollo de un niño y son fácilmente accesibles a ellos en estantes bajos y abiertos para inspirar el trabajo autónomo. Los niños aprenden a cuidar su entorno y mantener los materiales ordenados, mientras que es responsabilidad de la guía preparar el medio ambiente para que satisfaga las necesidades de desarrollo de los niños.
Un entorno de aprendizaje que esté adecuadamente preparado crea serenidad.
Al trabajar con materiales particulares en el transcurso de semanas o meses, el niño se hace consciente de sus propios poderes para resolver problemas y completar tareas. Teniendo estas experiencias en un ambiente tranquilo, el niño descubre el placer de aprender.
La educación empieza desde el nacimiento del niño.
Educar el potencial humano es un reto al que debemos encarar desde el principio si queremos tener éxito.
La escuela debe llegar a ser el lugar donde el niño pueda vivir en su plena libertad.
La genuina aula Montessori está dispuesta funcionalmente para el niño, permitiéndole trabajar, moverse y desarrollarse con libertad.
El ambiente está ideado para excluir distracciones y ofrecer oportunidades para el trabajo constructivo.
Los colegios Montessori tienen “un ambiente preparado “donde todo está proporcionado a la talla del niño.
El niño comienza a independizarse, aprende a manipular objetos, a andar, hablar y a ejercer su propia voluntad. Todo ello se concreta en una serie de actividades autodirigidas y no competitivas, que ayudan a los niños a desarrollar sus habilidades y a crear una imagen positiva de sí mismo, fuerte y confiada, para enfrentarse a los retos y cambios en su vida cotidiana, con optimismo.
Los niños Montessorianos aprenden a trabajar, tanto independientemente, como en grupo. Son capaces de resolver autónomamente los problemas que se le presentan, seleccionar entre variadas alternativas en la forma más adecuada y administrar bien su tiempo. Para ello se les ha estimulado a tomar decisiones desde temprana edad.
Los niños intercambian ideas y conversan libremente con otros. Estas actividades enriquecen sus capacidades y destrezas de comunicación, facilitando su relación en los diferentes entornos sociales(familia y escuela).
El método Montessori pone especial énfasis en los primeros años de la vida del niño, ya que es precisamente durante este período vital en el que emergen paulatinamente fenómenos asombrosos como la psique y el comportamiento humano.
Objetivos
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El impacto de las innovaciones de Montessori sobre el modo en que los niños aprenden ha sido tan profundo que las escuelas de todo el mundo lo han adoptado durante los últimos 100 años. Para mantener y salvaguardar las normas de las escuelas siguiendo el método y la calidad de la formación de sus guías en todo el mundo, la Dra. Montessori estableció la Asociación Montessori Internacional (AMI) en 1929. En Mi mont estamos firmemente comprometidos con los principios y estándares de la AMI. Todas las guías de nuestra escuela son titulares de diplomas de AMI. Para ser una guía calificada en un entorno Montessori, un candidato debe completar un riguroso programa de formación con contenidos que incluyan: las herramientas pedagógicas necesarias, el estudio en profundidad del desarrollo psicológico y físico de los niños, la práctica de la observación respetuosa, y la autorreflexión que se requiere de todas las guías.
En cualquier escuela de AMI, los requisitos mínimos básicos incluirían:
- Guías con capacitación formal de AMI
- Materiales en los estantes a pleno alcance de los niños
- Las aulas de edad mixta
- Ciclo de trabajo ininterrumpido de 2,5-3 horas.
Para información adicional:
Asociación Montessori Internationale (AMI)
Asociación norteamericana de maestros Montessori (NAMTA)
Listados de cursos de formación Montessori