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Principios Montessori en tu familia

En mi caso particular tuve la fortuna de encontrar un sistema educativo que se enfocara en el crecimiento personal de mis hijas. Encontré una comunidad de maestras, padres de familia y al final amigos que me mostraron lo que realmente, en mi opinión, es educar. Dejemos a un lado, por un momento solamente, la idea de que se tiene que seguir una lección al pie de la letra, que la ecuación se debe de resolver de una manera, y una manera solamente y enfoquémonos en los valores y principios que las escuelas actualmente están fomentando en los más pequeños. Los invito a hacer este ejercicio conmigo y a descubrir cómo podemos aplicar los principios Montessori dentro de casa y en el día a día.

El método Montessori pone especial énfasis en los primeros años de la vida, cuando emergen la psique y el comportamiento humano.

Al momento de adentrarme en el sistema Montessori como guía, descubrí que poco a poco fui adaptando mi casa, mis espacios y la misma crianza de mis hijas bajo este sistema. Tuve la fortuna de conocer a fondo la filosofía cuando estudié para ser guía de Casa de Niños en Perugia, Italia dónde me enseñaron a ser realmente una guía y no una maestra, a dejar que los niños conozcan su ambiente de manera libre, a su propio ritmo y tiempo.

Hoy veo cómo este sistema ha acompañado a mis hijas durante todos estos años.

 

PRINCIPIOS


1. Pensamiento y movimiento


El movimiento impulsa el pensamiento y el aprendizaje. En la educación Montessori existe una manipulación intensa de objetos concretos, materiales desarrollados por Maria Montessori que refinan los sentidos, favorecen el desarrollo del pensamiento abstracto e introducen a los niños a la alfabetización, a conceptos de matemática, geometría, geografía, etc.

Coloca estantes bajos dentro de casa o en su cuarto, permitiendo que el niño conozca cuáles son los juguetes, libros o materiales que son aptos para él y pueda manipularlos libremente.



2. Libre elección


Maria Montessori entendía el desarrollo del niño cómo un proceso de constante evolución, en el que el niño es capaz de ser independiente en un entorno adecuado. La educación Montessori marca límites definidos dentro de los cuales los niños pueden ejercer la libre elección y tomar sus propias decisiones. La libertad de elección, de movimiento y de comunicación ayudan desarrollar la voluntad, la auto-disciplina y la responsabilidad en el propio aprendizaje.

Coloca su ropa a un nivel bajo y separado por categorías (zapatos, blusas, pantalones, vestidos, ropa interior), permítele que elija su atuendo, eso les da un sentido de control, responsabilidad e independencia sobre sus vidas.


3. Interés

Basándose en sus observaciones Maria Montessori creó materiales que responden al interés de los niños. Las guías en el aula están entrenadas para dar lecciones de forma de inspirar a los niños a explorar y a hacer preguntas, presentando suficiente información para despertar su curiosidad.

Observa a tu pequeño y descubre cuáles son sus intereses (botánica, zoología, arte) y coloca objetos de tu interés en su cuarto o área designada para el/ella.

Al identificar sus intereses, también puedes escoger una actividad vespertina (taller de cocina, taller de reciclaje, taller de lectura, equitación, etc.)



4. La recompensa es interna

Según Maria Montessori, las recompensas externas son disruptivas a la concentración del niño. Los materiales diseñados por Maria Montessori marcan el error al niño sin necesidad de esta ayuda externa, de modo que la realización del error y la sensación de logro son internas. Esto contribuye a la autoestima y el sentido de responsabilidad además de lograr la incorporación más compleja y profunda de conceptos.

Permítele a tu pequeño/a conocer los juguetes, espacios y relaciones por sí solo, dándole espacio y sentido de independencia para que el aprendizaje sea de él/ella y no de los padres.



5. Aprendiendo de y con los compañeros

El aula Montessori es un aula integrada que agrupa a niños de 3 a 6, de 6 a 9  y de 9 a 12 años. Las edades integradas en rangos de tres años ayudan a desarrollar la socialización y el liderazgo.

Los niños más pequeños aprenden y despiertan su interés mirando a los mayores y los mayores incorporan y elaboran su conocimiento de forma más completa al enseñarles a los más pequeños. El aula Montessori es un lugar intensamente social, donde los niños aprenden a convivir con niños de distintas edades y habilidades, creando un ambiente de respeto y tolerancia que promueve la autoestima y el sentido de logro.

Promueve invitar a casa a amigos y amigas, primos y primas de distintas edades, así fortalecerá relaciones sociales dentro y fuera de la escuela. Las actividades vespertinas son un buen espacio para socializar compartiendo intereses.



6. Aprendiendo dentro del contexto

El aula Montessori es como un laboratorio universitario, donde cada niño persigue su propio interés y desarrolla su propio proyecto, en lugar de aprender de lo que dice la maestra y los libros de texto, aprenden haciendo cosas, manipulando objetos e interactuando con el medio.

Los niños reciben lecciones en todas las áreas del currículo pero luego persiguen sus propios intereses estableciendo relaciones a partir de sus investigaciones, las lecciones y las conversaciones con sus compañeros.

Intenta dar lecciones a tu pequeño con objetos concretos, como por ejemplo, separa peluches y juguetes por tamaños (chico, mediano, grande) en canastos separados. Esto de igual manera lo puedes aplicar con colores, pesos, etc.



7. Interacción maestro / alumno

El maestro Montessori es un guía, un observador, un facilitador. Este observa y acompaña, posibilita al niño actuar, querer y pensar por sí mismo, ayudándolo a desarrollar confianza y disciplina interior.

“Los niños están trabajando como si yo no existiera” María Montessori.

El guía Montessori prepara un ambiente ordenado, marca límites claros y luego deja que el niño sea libre dentro de esos límites, se le presenta al niño una variedad de actividades que conllevan un propósito o utilidad concreta; a través de la observación reconoce el interés y las necesidades de cada niño y le proporciona el trabajo que evolutivamente le corresponde.

Permítele a tu hij@ llevarse con libertad dentro de casa, sintiendo que también es su espacio, generándole independencia y responsabiliad. Coloca juguetes, libros, ropa, utensilios aptos a su alcance, muéstrale cómo se usan y en que momento son aptos para usarse, dale su espacio y observa como comienza a desenvolverse.



8. Orden en el ambiente y en la mente

El aula Montessori es un ambiente organizado, física (en términos de distribución dentro del ambiente) y conceptualmente (la organización de los materiales).

El aula se halla dividida en áreas temáticas dentro de las cuales se exhiben los materiales de trabajo siguiendo un orden de complejidad. En el aula existe un solo ejemplar de cada material.

El orden externo y la secuencia en el uso de materiales son beneficiosos para el orden interno del niño. Promueve la claridad de pensamiento y la concentración.

Asigna un espacio para que tu pequeño o pequeña pueda moverse con libertad (cuarto, estudio, sala de juegos) y acomoda en estantes bajos sus juguetes, materiales y libros. Procura tener pocos objetos a la vista, así será más fácil guardar y acomodar, también puedes colocar una pequeña foto del juguete al frente de cada espacio para que recuerde dónde es su lugar.




 

Espero que les sirva esta pequeña entrada sobre los principios Montessori y logren llevarlos a sus casas!


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